A veces las cosas más raras te hacen volver a la realidad, y a veces la realidad te hace volver a pensamientos apartados y olvidados.
Y es que aunque no quiera, la isla gira, el agua y las tempestades hacen que la arena no sea la misma. Los susurros, las personas, los gritos, el dolor, la alegría sincera, el bullicio, el hambre, la sed todo se mezcla y al final pasa factura como una muñeca desgastada por lo años, la guardas con inmeso cariño pero al mirarla tus ojos no ven lo mismo.
Pienso en no querer, en olvidar, en ser unodetantos, en dejar que simplemente que el viento sople llevabando el barco al puerto donde quiera alojarse, pero hoy, el viento no es suficiente y las velas, como la muñeca no tienen la fuerza de otros tiempos. Y a veces, navegar a la deriva es el mejor de los viajes cercanos.